Decenas de afiliados se encierran en el local del
sindicato
El lunes 20 de octubre, decenas de afiliados de la
Unión Comarcal de CCOO de Ferrol iniciaron un encierro indefinido exigiendo la
reposición en su puesto de Gumersindo Cartelle, un veterano abogado laboralista
cesado por la dirección de CCOO de Galicia. Diez días antes se celebró, a
instancias de un grupo de delegados, una asamblea de afiliados, que contó con
una gran asistencia y duró tres horas, durante las cuales decenas de personas
tomaron la palabra para criticar lo que orador tras orador calificó de
“actitudes empresariales” de los dirigentes del sindicato.
En medio del entusiasmo de los asistentes, la asamblea
acordó varias cosas: 1) Darle una semana de plazo a la dirección de CCOO de
Galicia para reponer a Cartelle en su puesto. 2) Exigir una asamblea para que
se le explique a los afiliados las razones de su cese. 3) Convocar una
concentración el 15 de octubre con motivo de la celebración de un Comité Comarcal
de CCOO de Ferrol. 4) Iniciar un encierro indefinido el lunes 20, si antes no
había una solución al problema.
Como la dirección de CCOO de Galicia se mantuvo en sus
trece de negarse a dar ninguna explicación o reponer a Cartelle, el lunes 20 se
inició el encierro, que tiene carácter indefinido y se mantiene las 24 horas
del día durante los siete días de la semana, para lo cual se han establecido
los correspondientes turnos. Dos veces al día, a las 11 de la mañana y a las 7
de la tarde, los encerrados salen a la calle y se concentran ante la Unión
Comarcal.
A lo largo de todos estos días se produjeron varias
novedades relevantes que arrojan luz sobre el fondo del asunto. La primera, que
la “alternativa” de la dirección gallega para sustituir a Cartelle fue una
abogada con un contrato mercantil de 20 horas semanales. O sea, se sustituyó a
un abogado del sindicato a tiempo completo por una abogada particular que posee
bufete propio en Coruña y que trabajaría la mitad del tiempo, lo cual, además
de deteriorar el servicio ofrecido por la asesoría de Ferrol, representa una
privatización de la misma. ¿Qué pasaría si los intereses particulares de esa
abogada entrasen en colisión con los intereses de los afiliados de CCOO de
Ferrol? ¿Alguien tiene dudas de que antepondría los suyos? Pero ya no hubo
posibilidad de que esto ocurriera. Tras plantear a los pocos días que no
atendería a más de cuatro personas por tarde, un poco después se lo pensó mejor
y renunció porque… ¡hay mucho trabajo!
Dada la cerrazón de la dirección gallega, el viernes
24 de octubre se celebró una nueva asamblea de afiliados, que fue todavía más
masiva que la del día 10 (mucha gente joven comentaba que nunca había visto tan
lleno el salón de actos de la Unión) y que decidió convocar una concentración
ante el local de CCOO de Ferrol el miércoles 5 de noviembre a las 6 de la
tarde. Cabe destacar que en esta asamblea del 24 participaron varias personas
de otra comarca gallega, que se acercaron a Ferrol para conocer de primera mano
el problema.
Lo que late en el fondo de esta lucha es el enorme
malestar con la política del sindicato. Los afiliados se sienten ninguneados
por una dirección que se cree con derecho a hacer y deshacer a su antojo,
mangoneando el sindicato como si fuese su finca particular. En Ferrol, las
bases han dicho ¡basta! La lucha para reponer a Cartelle también es una lucha
para cambiar el modelo sindical, una lucha para recuperar las genuinas CCOO,
unas Comisiones Obreras combativas y asamblearias. Convertirla en un símbolo de
la lucha contra la burocracia sindical en el seno de CCOO es la mejor forma de
ganar las simpatías de los afiliados de otras comarcas que también están hartos
de las actitudes empresariales de los dirigentes de CCOO de Galicia y de
extender la protesta.
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